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Estudios para un horizonte inestable

El mar abierto y sin estrellas es el laberinto más difícil. De día, el exceso de luz no deja ver; de noche, la oscuridad absorbe. No hay Norte ni Sur. Todo es vastedad. El horizonte se pierde en una línea curva interminable. Las siluetas quedan reducidas a puntos.  La superficie es inestable. Irregular. Móvil. La monotonía se vuelve azul y desafía el canon del gris que impera en las ciudades. Comprender un laberinto es llegar al centro, despertar, emprender el vuelo, ver la luz, pero, ante todo, es saber el camino de regreso. En el mar abierto nada de esto parece posible. 

Este laberinto de pintura es diferente. El problema no está en la imposibilidad de ver. La pintura, incluso, deja de ser un privilegio de la mirada. El color y la forma se desfiguran. Reclaman la presencia que no tendrían en la pared, sujetas a un bastidor. El fique tiene una superficie absorbente sobre la que el pincel, a veces, naufraga. La tela huele, respira, acaricia, raspa. Los recorridos son múltiples. No hay camino correcto. La gracia está en perderse. Queda la feliz contradicción de que para avanzar hay que mirar al suelo.

Es difícil saber cuándo se entra y cuándo se sale. Las telas de fique están pintadas por ambas caras. No hay revés. Ni derecho. Ni izquierdo. Cada tela, además, parece ser el fragmento de una imagen más grande. Un acertijo. Un mapa. Un juego. No sería raro que los niños sean los únicos que sepan navegar el laberinto. La práctica de Pedro aspira a esa irreverencia. A los que jugamos a ser adultos, en cambio, nos cuesta. Cuidado. Mirar y no tocar. Habla más pasito. Hazte un poquito más lejos. Pero aquí no hay paredes blancas, ni líneas rectas, ni telas lisas, ni espejos, que validen nuestra autoridad como observadores. Nada. Quizás ni siquiera otras personas. Necesitamos un remanso, un lugar abierto, algo; y con ingenuidad pero con aire de convencimiento esperamos encontrarlo al otro lado.

Allá todo parece más quieto. En un equilibrio frágil, quizás, como el del móvil que pende de un hilo sobre un halo de luz rosada. Un perro ebrio de una luz parecida, tumbado al pie de un borrachero. Unas sábanas de colores que ondean en un tendedero, o más bien bailan, se mecen, como el móvil, al son de una brisa tenue y cálida. Y mientras tanto, unos pavos cobijados por esa sombra helada que se da en las horas más calientes miran al perro con recelo. Algo (o alguien) no termina de encajar. Nos da miedo ser la pieza díscola, la que hay que empatar a la fuerza. Guardamos la esperanza de toparnos con caras conocidas. Todavía. O de dar, por lo menos, con el centro del laberinto. 

Y no. Ni lo uno ni lo otro.  El paisaje es monte. Una manigua iluminada, encandilada casi, por la noche aguamarina. Las figuras aparentemente humanas, por otro lado, se resisten a la mirada. Una tiene la espalda vuelta hacia nosotros, con una ruana que la cubre toda y la protege. Parece más montaña que persona. Otra está de medio lado, un poco desconfiada, como si se asegurara de que nuestra mirada no la está interpelando. Igual, qué más da, la cara no nos suena de nada. En el horizonte inestable todas las siluetas son puntos. La última está abandonada a un abrazo que le ofrece una mata de plátano. Indiferente al calor. A la humedad. A los bichos. A la noche que se cierne sobre ella. En fin. Indiferente también a esa pelusa de las hojas de plátano, que acaricia lo mismo que raspa, y que nos devuelve el recuerdo del roce con el laberinto. 

Es entonces, a lo mejor, que damos media vuelta. Volvemos. Y caminamos más rápido. Ansiosos de tocar, coger, oler, morder, gritar y ensuciarnos. Y con la mirada todavía confundida, buscamos todo al mismo tiempo: el suelo, el cielo.

Texto de pablo guarín robledo.

'Luz de borrachero' y 'Cobija de sombra helada' | Óleo sobre fique | 315 cm x 200cm | 2023

'Cuando el cuero raspa' | Óleo sobre fique | 152 cm x 200cm | 2023

'Algún lugar que no es aquí' | Óleo sobre fique | 100 cm x 145cm | 2023

'Una brisa tenue' | Óleo sobre fique | 30 cm x 20 cm | 2023

'Mujer montaña' | Óleo sobre fique | 16 cm x 20cm | 2023

'Tendedero' | Óleo sobre fique | 50 cm x 63cm | 2023

'El equilibrio frágil' | Óleo sobre fique | 80 cm x 90cm | 2023

'Ver y no ser visto' | Óleo sobre fique | 40 cm x 50cm | 2023

'La pieza díscola' | Óleo sobre fique | 16 cm x 20cm | 2023