La pintura me enseñó a ver, a escuchar y a sentir. Ella me ha acompañado en el intento de entender la realidad en la que existimos y al mismo tiempo entenderme a mí. La siento como un ente autónomo, contenedor y creador de conocimientos infinitos y universales. Ante la presencia ineludible de la pintura, la palabra sobra.
Nos embarcamos en busca de un lugar desconocido, misterioso e inquietante. Un lugar libre y alejado de la contaminación y la discordia de este mundo. Un lugar apenas reconocible, donde la humanidad ha respetado el tiempo del universo, entendiéndose solo como un habitante más de la vastedad y no como dueño y centro de ella. Un lugar imposible.
Juntos abrimos un portal a lo que llamo Tierraleja. Una calma, una escucha en el silencio, la luz de la oscuridad. Un color retumba y revela un paisaje frondoso e insurrecto. Una espesa manigua de naturaleza omnívora que guarda en su vientre animales y plantas. Un santuario del universo.
'Guardián de la galaxia' | Óleo sobre lona | 25cm x 35cm | 2019
'Esto solía ser un horno' | Óleo sobre lona | 25cm x 35cm | 2019
'Libra' | Óleo sobre yute | 140cm x 190cm | 2019
``Pedro' | Óleo sobre yute | 140cm x 190cm | 2019
'Orión' | Óleo sobre yute | 190cm x 140cm | 2019
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'Madeja' | Óleo sobre madera | 13cm x 13cm | 2019
'Primer instinto' | Óleo sobre yute | 140cm x 190cm | 2019
'Cerco' | Óleo sobre madera | 10cm x 12cm | 2019
'Viridiana' | Óleo sobre yute | 140cm x 190cm | 2019
Cósimo Piovasco | Óleo sobre lona | 30cm x 40cm | 2019
'Nocturno III' | Óleo sobre lona | 15cm x 20cm | 2019
'Nocturno I' | Óleo sobre yute | 50cm x 50cm | 2019